Ni los 500 millones de colones que se invirtieron en su restauración, ni ser parte del Patrimonio Arquitectónico o haber sido declarada monumento del país la salvaron del más insólito ataque: la colocación de inmensas vallas publicitarias de una marca de pastas alimenticias en su pared lateral y dos más ubicadas en puntos estratégicos de sus predios.
Tanto asombro causa semejante atrocidad, como el silencio imperante ante esta avasalladora muestra de mal gusto e irrespeto.
Si los intereses comerciales logran penetrar y abrirse campo en lugares y espacios hasta hace poco vetados, como los templos de las iglesias, ¿qué más nos espera?
5 comentarios:
La explicación que me dieron es que la parroquia de La Merced se ha quedado sin feligresía, sin comunidad, por culpa de la emigración urbana hacia otros sitios. Esto trae la merma total de ingresos a dicha parroquia. Lo que no entiendo es que la Curia Metropolitana tiene capital parasitario en distintos negocios bancarios aquí y fuera del país.
La Letra Menuda denuncia:
La contaminación visual ya llegó a las iglesias. Ver para creer...
La Letra Menuda: Roma invade a La Merced
Vea La letra menuda dando clic al nombre en azul arriba o escribir:
www.laletramenuda.com
Roncahuita dijo...
Concuerdo con lo dicho por Venegas.Los $81 millones de dólares invertidos en el Grupo Sama por la Conferencia Episcopal*, sus acciones en la Cervecería, amén de inversiones en empresas extranjeras deben ser suficientes para mantener a La Merced, si no lo son los 300 millones que le da el estado cada año,como pata hacer esa atrocidad.
Más bien huele a codicia...
Ver:
*http://www.89decibeles.com/comunidad/foro/21228
Reproducimos aquí nuestra respuesta a su comentario en Generación Rebelde:
Gracias a ustedes por hacer una denuncia indispensable que ayuda a crear transparencia en la verdad y contribuye a desengañar a todos los que se tragan el cuento de esa institución religiosa a cerca de la "caridad" y que tiene la obligación moral de ser digna y honesta y representar efectivamente los intereses y las necesidades de los cristianos de buena fe, que no saben que son dóciles seguidores de poco menos que una transnacional y que renunció hace siglos a la convicción de que no se puede "convertir el templo en cueva de...", como dice el evangelio que predican.
Publicar un comentario