domingo, 27 de marzo de 2011

La burbuja del crédito



Las deudas que los costarricenses mantienen mediante tarjetas de crédito superan los ¢585.000 millones. Para que nos demos una idea de lo que eso significa, el Ministerio de Economía explica que si esa deuda se repartiera entre todos los costarricenses, a cada uno le tocaría pagar ¢418.000.

Un buen porcentaje de los deudores apenas si está cancelando el monto mínimo, lo cual significa que el dinero se va para el pago de intereses sin que la deuda disminuya.

En algunos casos, los intereses son tan altos que pueden llegar a duplicar la deuda inicial en un período menor a los dos años. Entre las peores está la tarjeta Compra Fácil (ojo el nombre) de Hipermás, que cobra un 54%.

A la exorbitante deuda de los ticos con tarjetas hay que sumar los préstamos personales de consumo, o deudas por compras en establecimientos comerciales como Gollo o Importadora Monge.

Al igual que las tarjetas, los intereses de estas casas comerciales, cuya estrategia de venta es vender al crédito para sacar la mayor rentabilidad, consiste en ofrecer toda clase de electrodomésticos, y no pocos aparatos de lujo, en “cómodas cuotas” quincenales.

La tabla de financiamiento e intereses cobrados que se incluye en los anuncios es prácticamente ilegible y si usted tiene la paciencia y la posibilidad de verla con una lupa, se dará cuenta de que al final el monto prácticamente se duplica.

No falta quien diga que este problema radica en que la gente es muy gastona y no se mide. Es decir, achacan la responsabilidad en forma exclusiva a los consumidores. Pero el asunto no es tan sencillo.

Tan cierto es que existe una responsabilidad individual, como cierto es que nuestro modelo económico está basado en el consumo desmedido. En otras palabras, si nosotros los consumidores nos educamos, no nos endeudamos y compramos estrictamente lo necesario, la economía del país colapsaría. Si la gente no compra, los negocios proceden al recorte de personal, se desacelera la producción y la economía se va al carajo. 

Ya vimos algo similar con la crisis provocada por el colapso de los bancos en los Estados Unidos. El llamado no era para que la gente ahorrara. Al contrario, al consumidor se le pide que salga a gastar para poner en marcha la economía. Claro, decirle es muy fácil. El problema es cómo consumir cuando los salarios no alcanzan ni para cubrir las necesidades básicas de salud, alimentación, vivienda y vestido.

No existe tampoco una educación financiera en escuelas y colegios, y más bien, son lo más jóvenes e inexpertos los primeros en caer en la trampa del crédito cuando paralelamente a su primer salario, llegan las ofertas tentadoras de los emisores de tarjetas.Todos quieren la ropa de moda. 

Asistir a conciertos, comprarse una pantalla plana e ir a ver a Shakira al majestuoso Estadio Nacional. "Solo faltás vos! nos machaca hasta la saciedad la publicidad. "Tome Chichí", dice otra para incitar a los más humildes a parecerse a su rico patrón, todo por tener un objeto de consumo que va más allá de sus posiblidades, y todo gracias a la "magia" del crédito.

El éxito de actividades como la Expomóvil está basado estrictamente en las posibilidades de financiamiento que ofrecen los bancos. Igual sucede con la compra de casas, computadoras, Ipods, Iphones, y todo lo demás.

Está claro. El nuestro es una copia del modelo articulado por el economista y analista de las ventas Victor Lebow, poco después de la Segunda Guerra Mundial, y en el cual la enorme productividad económica obligó a hacer del consumo una forma de vida.

Para Lebow la cosas debían ser “consumidas, quemadas, reemplazadas y desechadas a un ritmo nunca antes visto”. Ese credo lo conocemos al dedillo.

En Tiquicia vivimos un espejismo que está a punto de terminar. O mejor dicho, de explotarnos en nuestras propias narices.

Ya sucedió en los Estados Unidos en donde  el drama de millones de personas ahogadas por el crédito fácil ha sido expuesto por diversos medios, incluidos dos documentales, Maxed Out (Término en inglés que hace referencia al momento en que la tarjeta de crédito está al tope) y In Debt We Trust (En la deuda confiamos).

El creador de In Debt We Trust, Danny Schechter, antiguo productor de las prestigiosas cadenas noticiosas, ABCy CNN, expone con este trabajo la llamada “Financialización”, un poderoso complejo industrial basado en la deuda y el crédito.

Según Schechter, la "democratización del crédito” ha llevado a la democratización de la dependencia y creado una sociedad insostenible que tiene asidos a millones en un hoyo financiero que ni siquiera llegan a comprender.  Cualquier similitud con lo que está sucediendo en Costa Rica, no es ninguna coincidencia.

La pregunta es: ¿cuándo estallará la burbuja?

lunes, 14 de marzo de 2011

Antropólogo de las ventas

Paco Underhill
Paco Underhill es reconocido mundialmente como un antropólogo de las ventas. Su trabajo consiste en estudiar minuciosamente el comportamiento de los consumidores. Para sacar sus conclusiones de por qué compran (o no compran) las personas, Underhill se vale de equipos completos de investigación y el uso de la tecnología: cámaras de video, computadoras, hojas de registro, y cualquier instrumento que pueda registrar hasta el más ínfimo movimiento de los consumidores en supermercados, tiendas o centros comerciales, servirá a su compañía, Envirosell, para dar asesoría a empresas del calibre de McDonald´s, Citibank y Wall-Mart, entre muchas otras. 
Underhill combina las técnicas tradicionales de investigación de mercados con metodología de observación antropológica, de ahí que a su trabajo se le denomine la "ciencia de comprar", ampliamente documentada en su libro Why we buy (Por qué compramos), un éxito de librería traducido y publicado en 23 idiomas. 

En el 2006 contacté y realicé una corta entrevista a Paco Underhill vía correo electrónico la cual reproduzco a continuación. También los invito a leer un artículo que escribí sobre el tema para la revista Proa de La Nación, bajo el título Gurú de las ventas

¿Los consumidores de la actualidad son distintos a los de hace unos 20 años?
Hoy, los consumidores poseen celulares, Internet y T.V. por cable. El aumento en el costo de la vida ha llevado a los consumidores a ser más conscientes a la hora de comprar y a buscar precios bajos a diario.
- En su libro 'Why we buy', usted dice que si la gente comprara solo lo que necesita, la economía colapsaría. ¿Significa eso que los consumidores inteligentes son una amenaza para el sistema? 
-Los consumidores "inteligentes" no son aquellos que no gastan, son los que obtienen más por su dinero. 
- ¿Está la lealtad únicamente del lado del comprador?
-La lealtad será siempre en dos vías. La tienda debe asegurarse de satisfacer las necesidades del consumidor; pero si una tienda no está recibiendo la respuesta deseada, puede reevaluar quién es su consumidor.
 - Los infocomerciales, los testimonios y los anuncios de detergentes son bastante conservadores, pero efectivos métodos para vender productos. ¿Algunas cosas nunca cambian en el negocio de la publicidad?
-La forma de mercadear grapas, al igual que el jabón, será siempre un asunto de brindar "esperanza" al consumidor.
- ¿Cómo se adapta la ciencia de las compras y el trabajo que ustedes hacen a otros países, digamos por ejemplo en países subdesarrollados en donde los consumidores son menos exigentes y el precio pareciera ser un aspecto más relevante? 
-Siempre habrá constantes biológicas en todos los países que afecten el comportamiento de los consumidores -fallar a la hora de ver un rótulo, doblar a la derecha cuando uno entra a una tienda, etc. Lo interesante son las innovaciones que se están dando en los mercados emergentes. "En Costa Rica, hemos visto la integración de los servicios dentro del ambiente de compras, como una lavandería ubicada en la entrada de un mall".
- ¿Cómo visualiza el futuro de la sociedad de consumo? 
Lo que estamos viendo ahora son nuevas formas de hacer mercadeo como "guerilla marketing" -encontrando al consumidor en lugares poco comunes e inesperados. Estrategias para generar prueba son también más innovadoras. El primer paso para las ventas es lograr que consumidor pruebe tu producto.