domingo, 27 de junio de 2010

La tiranía de la abundancia

La libertad de elegir es uno de los valores más importantes en una sociedad basada en el libre mercado. La libertad en sí misma es un valor universal considerado indispensable para poder ser felices. Pero, ¿qué sucede cuándo las posibilidades de elección son tantas que se convierten en una amenaza para el bienestar psicológico de los individuos? ¿Es esto posible?
 Barry Schwartz , psicólogo y profesor de Teoría y Acción Social, en su libro The Paradox of Choice (La paradoja de la elección) nos habla de cómo la súper abundancia ha hecho que las decisiones cotidianas se hayan vuelto tan complejas que pueden llevar al individuo a la parálisis, la ansiedad y un estrés constante.
 Piense en el supermercado. Usted va a comprar un cereal o una pasta dental y se encuentra con una veintena de productos y marcas distintas. Todas con características diferentes Si escoge una (o incluso antes de hacerlo), le invade la sensación de que pudo haber escogido algo mejor, ya sea de mejor calidad, sabor, tamaño o precio.
 Ahora piense en cuantas elecciones tiene que hacer. Algunas triviales como escoger el cereal o la pasta. Otras que marcarán el rumbo de su vida. ¿Qué carrera estudio? ¿Adónde voy a vivir? ¿Con quién me voy a casar?
 “El error razonable que hemos cometido es que, puesto que sabemos que la libertad es buena y sabemos que la elección es buena, entonces debe ser verdad que más elección es todavía mejor. Y lo que hemos hecho en los últimos 20 ó 25 años es que, simplemente, hemos hecho explosionar la cantidad de opciones que la gente tiene, tanto en las partes de su vida en las que siempre habían tenido elección, como cuando vas a comprar al mercado, como en todo tipo de áreas de la vida en las que no solía haber ninguna elección”, explica Schwartz.
 Sucede entonces que en vez de simplificar la vida, más bien el proceso marcha a la inversa. El ser humano entonces, ejemplifica Eduard Punset en una entrevista con el autor para el programa Redes, se parece un poco a los seres humanos primitivos en su afán de cazadores. “Todo el tiempo buscando (…) tienen tantas opciones a su alrededor, tienen eso todo el tiempo, y están buscando…”
Según Schwartz, las personas que siempre quieren conseguir lo mejor están especialmente torturadas por la vida moderna. “La vida es demasiado corta para examinar quinientos cereales para el desayuno, así que tarde o temprano paras, eliges uno, te lo llevas a casa y acabas convencido de que elegiste el cereal equivocado, porque no viste todos los otros.”  
Esta forma de pensar aplicada a cosas más importantes produce el mismo efecto. “Quieres lo mejor, buscas, buscas, buscas, buscas y buscas y, o bien nunca te decides, o bien truncas la decisión, eliges a alguien y luego pasas el resto de tu vida convencido de que elegiste a la persona equivocada.”
¿Cuál es entonces la solución? Para Schwartz la alternativa es sentirse satisfecho.  
“No buscar lo mejor, sino buscar algo que sea suficientemente bueno. Un cereal suficientemente bueno, un lugar para estudiar suficientemente bueno y...dudo de si decir esto... una persona suficientemente buena para vivir el resto de tu vida con ella. Y entonces, aunque hay un montón de opciones ahí fuera, no necesitas examinarlas todas. Sólo examinas hasta que encuentras una que cumpla con tus requisitos.”



1 comentario:

Anónimo dijo...

está buenísimo el video, muchas gracias por publicarlo